Adolescencia y derechos
La Convención Internacional de los Derechos del Niño sancionada en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1989 considera que niños, niñas y adolescentes son «sujetos plenos de derechos, merecedores de respeto, dignidad y libertad» y abandona la concepción del niño como objeto pasivo de intervención por parte de la familia, el Estado y la sociedad. La Convención es incorporada al Artículo 75, inciso 22, en la reforma constitucional de la Argentina del año 1994.
En 1993, se formula el Plan Nacional de Salud Integral del Adolescente en la Argentina, cuyo objetivo es la «promoción y protección de la salud de los adolescentes mediante una cobertura creciente en calidad y cantidad de los servicios». En 1995, la Dirección de Salud Materno Infantil del Ministerio de Salud de la Nación, con el apoyo de la OPS y de la Fundación Kellogg, elaboran los «Lineamientos normativos para la atención integral de salud en adolescentes».
Cada vez más, se van reconociendo los derechos que tienen los adolescentes a acudir a los servicios de salud, aún sin compañía de un adulto, y su derecho a informarse sobre sexualidad. La atención adecuada y la promoción de una vida sexual plena, con acceso oportuno a los métodos anticonceptivos, tienen como fin evitar embarazos, abortos, infecciones de transmisión sexual y/o SIDA. En 2003, se crea el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, Ley N.° 25673.
En el año 2006, se sanciona la Ley Nacional de Educación Sexual que reconoce el derecho de autonomía personal y privacidad en cuanto a la sexualidad individual acorde con el desarrollo del niño y de la niña.
Sin embargo, a pesar de todos estos avances, los derechos referentes a la vida, salud, alimentación, educación, vivienda y desarrollo integral, respetando a la persona, no están asegurados. Los jóvenes sufren el fenómeno de la pobreza, la exclusión social, la desnutrición, la violencia familiar, la deserción escolar, la explotación laboral y la discriminación social y cultural que abren camino a la desesperanza y, además, incrementan accidentes, embarazos no planeados, VIH/SIDA, consumos, inseguridad y conflictos que ponen en riesgo su crecimiento y su desarrollo.
Los recursos que se les asignan a las situaciones de enfermedades y a los problemas agudos son limitados. En muchas ocasiones, los aspectos de salud mental y los desórdenes alimentarios no son abordados adecuadamente. Algo similar ocurre con los que consumen drogas, sin hogar y en situación de calle. No suele tenerse en cuenta que la salud de los adolescentes es un elemento clave del progreso social y económico de un país.
Otras leyes de insteres sobre Salud y Adolescencia
LEY NACIONAL DE SALUD REPRODUCTIVA
PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACION SEXUAL INTEGRAL
PROTECCION INTEGRAL DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
ACTIVIDADES